Consejos

Para tener una boca sana, libre de caries y enfermedad periodontal debemos intensificar la higiene oral.

EL CEPILLO DE DIENTES ES NESTRO MEJOR ALIADO.

• Cepillar los dientes como mínimo 3 veces al día.
• Complementar el cepillado de los dientes con el uso del hilo dental y un colutorio específico para cada paciente, como mínimo una vez al día.

NUNCA SUSTITUIR EL CEPILLADO DE LOS DIENTES POR EL USO DE COLUTORIOS:
los colutorios son complementarios a cepillado de los dientes.

Primero, cepilla la cara externa de los dientes con el cepillo en posición horizontal realizando movimientos de barrido, siempre en la dirección desde la encía al borde del diente. Posteriormente, cepilla la cara interna del mismo modo que la externa, con movimientos de barrido y dirección encía-diente. Finalmente, cepilla la superficie de masticación desde adelante hacia atrás y viceversa.

Usa hilo dental para eliminar los restos alimenticios entre las piezas dentales y debajo de la encía. En caso de presentar dientes separados, recomendamos utilizar cepillos interproximales. Para acabar, después de cepillar los dientes, ¡no te olvides de la lengua! En ella se retienen gran cantidad de bacterias.

Recuerda cambiar el cepillo cada tres meses o antes si percibes que las cerdas están aplastadas o deformadas. En el mercado, hay una gran variedad de cepillos de dientes. Lo aconsejable es elegir un cepillo de dureza media, ya que los cepillos muy duros pueden dañar nuestras encías o desgastar el esmalte y los muy suaves pueden no ser efectivos para la eliminación de toda la placa. Tenemos la opción de elegir entre cepillos manuales y eléctricos. La ventaja más importante de los cepillos eléctricos es su cabezal más pequeño, que permite una mayor accesibilidad sobre todo a las piezas posteriores, pero siendo siempre muy cuidadosos de no ejercer demasiada presión sobre la encía para evitar retracciones de la misma.

Termina tu rutina de higiene bucodental con un colutorio. Elige siempre aquellos que no contengan alcohol. Si tienes dudas de cual deberías usar, consúltanos y le informaremos cual es el más adecuado para las necesidades de tu sonrisa.

Cuando comenzamos un tratamiento de ortodoncia, el labio y los carrillos cambian la superficie de apoyo: en lugar de deslizarse sobre los dientes lo hacen sobre los brackets. Para evitar que el roce genere llagas en la mucosa utilizaremos cera para ortodoncia, la cual suavizará la superficie para que el labio se deslice.

Los brackets y aparatos de ortodoncia, tanto fijos como removibles, retienen restos de alimentos y placa bacteriana, por lo que los pacientes que son portadores de este tipo de aparatología necesitan una rutina de higiene meticulosa para evitar el desarrollo de caries y el sangrado e inflamación de las encías.

La higiene debe realizarse con todos los elementos necesarios para limpiar correctamente tanto la dentición como el aparato ortodóncico:

• Cepillo de dientes para ortodoncia.
• Cepillos interproximales.
• Hilo dental especifico.

Es necesario lavar la prótesis después de cada comida con un cepillo que no sea el mismo que utilices para la higiene dental. Puede ser un cepillo especial para prótesis que puedes adquirir en cualquier farmacia. Para su higienización puedes aplicar agua oxigenada o pasta específica para la higiene de prótesis y luego aclarar muy bien con agua.

El uso de pasta dentífrica para limpiar este tipo de prótesis está contraindicado, ya que provoca la opacidad y deterioro de la capa externa de la prótesis, promoviendo la porosidad del material. En el futuro esto se traducirá en la agregación de bacterias a la misma y la posterior formación de placa bacteriana y sarro.

Es importante la limpieza de la prótesis, así como de la propia cavidad oral: por salud, por comodidad y por tu propio bienestar. Una adecuada higiene, además, evita el deterioro de la prótesis, así como la halitosis o la simple pérdida de las características estéticas de la misma. Por ello siempre insistimos en la importancia de una buena higiene.

Es conveniente retirar las prótesis al menos una hora diariamente, puesto que es recomendable que los tejidos de la boca descansen de la presión a la que se ven sometidos. Cuando retires la prótesis, te aconsejamos conservarla en agua o bien añadiéndole unas pastillas efervescentes específicas para la asepsia de la prótesis. De este modo se evitan golpes y deformaciones al mismo tiempo que se conservan mejor los materiales de los que están fabricadas las prótesis.

En coronas y puentes fijos, el cepillado deberá realizarse de igual modo que el de la dentición natural, existiendo hilos dentales y cepillos interproximales especialmente diseñados para este tipo de prótesis.

En caso de padecer una fractura dental, ten en cuenta:

• Guardar el fragmento fracturado.
• Colocarlo en un recipiente con agua limpia.
• Acudir al dentista con el fragmento, ya que quizá este pueda ser recolocado.

En caso de que después de un golpe el diente tenga movilidad, recuerda:

• Poner una gasa limpia alrededor de la pieza dental.
• No presionar nunca con demasiada fuerza el diente.
• Acudir a la clínica lo antes posible, pues el tiempo es fundamental.

En caso de que el diente se caiga, debes:

• Guardar la pieza dentro de la cavidad oral, entre la encía y el carrillo.
• Si estuviera sucio, antes de mantenerlo en la boca, lavarlo con agua del grifo, sin eliminar la posible carne adherida al diente.
• Acudir inmediatamente al dentista, ya que la premura es imprescindible para poder reimplantarlo.
• Si se trata de un niño pequeño, guardar el diente en agua.

Las aftas son un tipo de lesión que se presentan en determinadas zonas de la boca. Las causas que pueden provocar aftas pueden ser factores hereditarios, psicosomáticos, infecciosos, hormonales o la interacción de todas ellas. Igualmente, las prótesis mal adaptadas también pueden causar llagas.

Si transcurren de 7 a 10 días y las lesiones persisten, consúltanos para poder detectar las causas que están provocando dicha lesión y poder tratarla como corresponde.